NACÍ PARA SER LIBRE
Yo nací para ser
libre.
Pero si en el camino
mis piernas se enredan con las tuyas,
juro que no he de
quejarme.
Mejor aún,
te invito a caminar
juntos
hasta que el cuerpo se nos desarme,
que se nos vaya en besos la tarde
y riamos hasta que la luna
deje de usar al sol para brillar.
Te propongo que
entrada la noche,
entremos en desvelos
y nuestros cuerpos se unan,
que sean sin que se
pertenezcan
y no olviden su individualidad;
eso es lo que les da
sensualidad...
María Almonte
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